¡Hola a todos! Esta es la primera entrada de mi blog, espero que os guste y os llegue con las mismas ganas con las que escribo.
El hecho de haber llegado hasta aquí y estar compartiendo con todos vosotros hoy mi blog es un sueño cumplido. Por eso me gustaría inaugurar mi espacio hablando sobre sueños y objetivos.
¿Objetivos o sueños? Parecen términos distantes pero lo cierto es que tan solo un gesto los separa. Todos nosotros hemos pensado cientos de veces en lo que nos gustaría ser, conseguir, tener o saber. Todos nosotros hemos elaborado, ya sea física o mentalmente, nuestra lista de deseos. Esa lista que terminamos por olvidar o dejar de lado. Nos pensamos que “los sueños, sueños son” y al final se quedan literalmente en eso.
Pero… ¿y si dejásemos de llamarlos sueños y los llamásemos objetivos? ¿Y si dejásemos de pensar “imposible”? ¿Y si nos centramos en aquello que queremos y nos ponemos manos a la obra? El simple gesto de cambiar la manera de pensar marca la diferencia. Piensa en lo que quieres y proyecta. No son sueños son objetivos.
Cuando deseas algo pero rápidamente piensas que es imposible, es porque no lo deseas lo suficiente.
Es importante pensar en aquellas cosas que nos gustaría conseguir a nivel personal o profesional, es importante conocerse a uno mismo y saber lo que quieres.
Muchas veces hay que hacer un alto en el camino y centrarse. Yo he hecho muchos altos en mi camino y todos ellos me han servido para llegar hoy hasta aquí, 24 años de recorrido ni mas ni menos. A partir de este mismo momento el camino ya no será igual, y una nueva etapa comenzará. En eso consiste la vida, en descubrir lo que queremos y afrontar lo que querremos. Al final del camino, ahí estarás tú, habrás conseguido tu sueño.
Todos tenemos nuestra “lista de deseos” y la vida está para ir tachando cada uno de ellos.
Hoy puedo decir que uno de los míos, lo he tachado.